jueves, 24 de enero de 2013

En defensa de mi lengua

    Un programa de televisión, de esos  en que se debate sobre un asunto de actualidad. Bueno, decir que se debate es mucho decir. Más bien, dando ejemplo a los jóvenes, se pisan la palabra unos a otros, se dicen las cosas destempladamente, como con ira, sí, muy edificante. Tiene la palabra una señora, a la que por cierto, para entenderle algo hay que hacer notables esfuerzos acústicos, tan grande es el guirigay que tienen montado en el plató, y dice con gran efervescencia que tal señor (sobre quien se está debatiendo) "ha transigido" cuatro normas. Tan grande es el dislate que lo capté al vuelo, a la primera. Y pensé: esto es para mi blog, ¡cómo no! Es sorprendente el material que me suministran los medios de comunicación. Son una mina inagotable. 
    Transigir es aceptar hacer o dejar hacer algo que, en pricipio, molesta o disgusta. Quebrantar o violar una norma o ley es transgredir esa norma o esa ley. Y esto fue lo que quiso decir la susodicha señora: que tal señor había transgredido cuatro leyes. Y me maravillo del desparpajo que tienen algunas personas para proferir sandeces a troche y moche, sin preocuparse lo más mínimo de si hacen el ridículo ante toda España o no. ¡A ver!


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