sábado, 16 de febrero de 2013

En defensa de mi lengua

     Desde hace algún tiempo, quiero decir años, se viene diciendo uno de los mayores absurdos en el uso de nuestra lengua. Me estoy refiriendo a esos dispositivos que, sujetos con un arco flexible que pasa por encima de la cabeza, nos permiten escuchar sonidos con gran claridad y sin molestar a nadie: los auriculares. Es lo más corriente oír cómo la gente los llama "cascos", pero solo a uno, es decir, al dispositivo que aparece en la imagen de arriba. Todo el conjunto, la armadura y los dos auriculares es lo que se llama "casco" o "casco de auriculares", pero nunca, nunca "cascos", pues lo que va en plural son los auriculares, y no el conjunto entero. Es lo mismo que el protector de la cabeza que uno se pone para montar en moto. A nadie se le ocurre llamarlo cascos. Todo el mundo lo llama casco. Pues es lo mismo en el caso de los auriculares.
¿Está claro?

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