domingo, 20 de abril de 2014

Sobre el uso engañoso de la lengua

Una obra de teatro, La Zorra Y Las Uvas, del brasileño Guilherme Figueiredo, obra cuya lectura o contemplación en el teatro recomiendo, al hablar de la lengua, dice que es lo mejor y lo peor que se puede encontrar en el mercado. Esto viene a cuento de que a Esopo, esclavo en casa de un hombre pudiente, su amo lo manda al mercado para que compre lo mejor que encuentre. Entonces le trae una lengua. Y le da las razones suficientes para que acepte que la lengua es lo mejor que pudo encontrar en el mercado. Luego lo manda para que le traiga lo peor que encuentre; vuelve a traerle una lengua, y una vez más le da las razones suficientes para que su amo entienda que la lengua es lo peor que pudo encontrar. Entre estas razones está la de la mentira. Efectivamente, con la lengua se miente. Y una de las actividades humanas en que la mentira puede alcanzar tintes de obra de arte es la publicidad.
Estaba yo una de esas noches en que te quedas mirando la TV y pasas del sofá directamente a los brazos de Morfeo, y al cabo de un rato te despiertas y te encuentras con uno de esos reportajes-anuncios de increíbles aparatos que hacen aunténticas proezas a un precio supuestamente ridículo. Pues sí, una de esas noches me pasó despertarme cuando lo que me interesaba ver ya se había pasado y me encontré en la pantalla la publicidad de una especie de mopa que escupe vapor como una locomotora.
Entre las virtudes de tal maravilla tecnológica está la de limpiar con el vapor que sale a 200º, supongo que Celsius. A ver. El aparato está hecho de plástico. Imagino que es un plástico resistente al calor, pero no estoy seguro de que pueda resistir una presión de 15 atmósferas necesarias para que el agua llegue a 200º. La duda me surge porque mi compresor de aire, que es metálico, alcanza las ocho atmósferas de presión. Pongamos esta aseveración en cuarentena concediéndole el beneficio de la duda. Pero desde luego cuando la metira es evidente, palmaria y descarada es cuando la voz que te come el tarro te dice que "...con la luz negra podrás ver gérmenes y bacterias." La palabra germen, usada en este contexto, tiene el significado de microorganismo patógeno. Veamos, microorganismo, es decir, que sólo puede ser visto al microscopio y patógeno, que produce o provoca enfermedades. Según esto, las bacterias son microorganismos patógenos, luego decir bacterias y gérmenes es una redundancia. Redundancia, no mentira. La mentira está en decir que puedes verlos con luz negra, porque si son invisibles a simple vista por su reducido tamaño, ya puedes iluminarlos con la luz que te dé la gana, negra, ultravioleta o la que quieras; como no uses un microscopio no vas a ver nada de eso. Lo que sí verás es la suciedad que pueda contener toda esa fauna y flora. Y digo yo, ¿por qué nuestros parlamentarios no legislan en contra de cualquier anuncio que busque su efectividad sobre la base de la mentira? Y si ya lo hubieran hecho, ¿por qué no se aplica la ley?

No hay comentarios:

Publicar un comentario