domingo, 10 de marzo de 2013

En defensa de mi lengua




Sobre los pluralia tantum

Reciben el nombre de pluralia tantum aquellas palabras que solo pueden ser dichas en plural, aunque su significado sea en singular.

Entre estas palabras tenemos pantalones, tijeras, alicates, tenazas, y alguna más.

Pues bien, en los días que corren (que no a día de hoy), prácticamente todo el mundo se pone el pantalón, corta el papel u otro material con la tijera, aprieta un cable con el alicate, saca clavos con la tenaza, etc.

Alguien en un principio, sin conocer su propia lengua, viendo que la prenda era solo una pensó: "¿Y por qué voy a decir pantalones si es una sola prenda? Eso está mal dicho. Lo suyo es llamarlo pantalón." Y la idea prendió como un reguero de pólvora. Así, actualmente (que no a día de hoy, insisto), en los escaparates de las tiendas, en las revistas, en internet y en cualesquiera otros medios de difusión, es prácticamente imposible ver la palabra pantalones referida a una sola prenda. El nombre no hace referencia  a la prenda como un todo, sino a las perneras, que son dos, por muchas vueltas que le demos. De ahí que sea un pluralia tantum. Por lo que a mí respecta, como yo adquirí mi propia lengua en el momento que se hablaba mucho mejor que ahora, me es imposible decir pantalón. No me sale, lo siento. Y me pasa lo mismo con el resto de las palabras ya reseñadas más arriba. No me siento culpable.